martes, 15 de diciembre de 2015

MARMELLAR

El pueblo abandonado de Marmellar


      Cuando un lugar queda abandonado, poco tardan en aparecer historias sobre el lugar, que se convierte en escenario ideal para toda clase de leyendas urbanas. Sin embargo, en algunas ocasiones, lo que puede parecer una leyenda a primera vista, se convierte en una realidad documentada.

       El pueblo de Marmellar, en la sierra de El Montmell (Tarragona). Debe su nombre a un riachuelo que transcurre por las cercanías. Los primeros datos que se tienen del lugar datan del año 1023 y hacen referencia a su castillo e iglesia interior. Se cree que el uso del castillo estuvo relacionado con la iglesia durante varios siglos, siendo la comunidad de Sant Ruf la que establecería allí un convento. 
La iglesia de Santa María de Marmellar data del año 1149, cuando al abrigo del Castillo de Marmellar comenzó a crecer el pequeño pueblo.
Según archivos parroquiales, la población de Marmellar en 1717 era de 65 habitantes. A partir del censo de 1860, que se llevó a cabo en Santa María de la Bisbal del Penedes, en 1970 constaban inscritos 26 habitantes.
Según las crónicas, el año 1976 un incendio asoló la zona y poco después el pueblo quedó abandonado.

      Corría la voz que entre sus ruinas se celebraban grandes fiestas nocturnas y a veces ritos extraños. A principios de la década de 1990, el lugar ya contaba con su propia aureola mágica, enclave ideal para imaginar misas negras y reuniones de espiritismo. Por esa razón, cuando se descubrió un cadáver en Marmellar la imaginación inevitablemente se disparó.



      A principios de julio de 1993, una pareja de cazadores encontraban el cuerpo calcinado de una mujer no identificada, de entre 20 y 30 años de edad, con melena larga y negra, en la iglesia del pueblo. Llevaba varios días allí, seguramente desde la pasada verbena de San Juan. En un principio se especuló con que podía tratarse de una joven alemana, desaparecida desde esa noche de su casa en El Vendrell, pero la Guardia Civil pronto descartó esta hipótesis.
El cuerpo hallado presentava evidentes signos de haber sido víctima de agresión sexual, violencia, tortura y posteriormente fue quemada en un colchón que se encontró en otra de las viviendas cercanas.  Justo frente a la puerta del templo se analizaron los restos de dos grandes hogueras y algunos signos satánicos que alguien había pintado en sus paredes exteriores. El caso nunca llegó a resolverse y la policía aventuró que el asesino había optado por una puesta en escena tan teatral para desviar la atención y ocultar mejor su identidad. Ni tan siquiera quedó probado que la víctima hubiese muerto en Marmellar. Pudo ser llevada allí ya cadáver, aprovechando la mala reputación que tenía el lugar. Eso disparó los rumores, que hablaban de una verbena sangrienta, de un secuestro que terminó en violación o de un ritual de magia roja.


       Aún estaba caliente el asunto cuando en 1996 se volvió a localizar otro cuerpo de una mujer joven en su término municipal. Esta vez en la urbanización Talaia del Mediterrani, una promoción que no llegó a terminarse por falta de compradores y que quedó abandonada, dejando un paisaje desolado de chalets y bloques de apartamentos a medio construir. Se trataba de Ana María Barba, de 19 años, empleada de una gasolinera en el municipio de l'Arboç del Penedés. 
La noche del 14 de febrero, uno o varios sujetos anónimos la habían atracado, llevándose la recaudación de 40.000 pesetas. Después la habían obligado a subir a un vehículo y se la habían llevado consigo, probablemente con la intención de forzarla. Por causas desconocidas la chica resultó muerta, quizás para eliminar a la testigo ocular del robo. Y apareció semidesnuda, también con signos de violencia, bajo unos maderos. El detalle de que en la gasolinera no se hubiesen llevado otros objetos de valor y la ubicación de los restos hizo pensar a más de uno que el móvil pudo no ser económico, sino que el autor o autores raptaron premeditadamente a Ana María con el único objetivo de abusar de ella. Y después la mataron para evitar que pudiera identificarles. El caso también quedó sin resolver.


INVESTIGACIÓN DE CAMPO

       Llegamos por primera vez al pueblo, el día 11 de Julio de 2015. Sobre las 18:30  horas.
Después de unos cuantos kilómetros de carreteras comarcales y sin apenas pueblos. Llegamos a la urbanización la Atalaya y dejamos el coche en la última calle. Seguimos a pié por un camino, bastante tortuoso con pendientes pronunciadas y pasillos estrechos. Al poco de adentrarnos en el camino, observamos un montón de plumas de oca que por el estado en que se encontraban, sin manchas y perfectas, llevarían alli muy poco tiempo. Después de unos minutos por fin vemos el pueblo. A nuestra izquierda las casas medio derruidas y semi tapadas por la verde vegetación, a continuación de frente el campanario de la iglesia.

      Nada más llegar al camino que va hacia la iglesia nos encontramos con un grupo de jovenes que, al igual que nosotros, intentan captar alguna evidencia en el lugar.
Decidimos entonces dirigirnos al camposanto que se encuentra en la parte posterior de la iglesia y montamos alli nuestro campamento base de la tarde. Nuestra sensación es de tranquilidad y paz, no obtenemos resultados pero aprovechamos la luz del día para fotografiar la zona.


Edificio lateral de la capilla
      Hacia las 20 horas nos reunimos con nuestro compañero que acaba de llegar e intentamos obtener pruebas en un cruce de caminos, sin resultados.

      Posteriormente nos reencontramos con el grupo de jovenes de Radio Sant Feliu y realizamos una entrevista para su programa. Con ellos pasaríamos el resto de la jornada.

      Despues de cenar nos reunimos y montamos el campamento base en la explanada situada delante de la iglesia. Empezamos por colocar nuestros detectores para poder marcar un perímetro controlado e iniciamos la investigación de campo.
Decidimos establecer contacto con la ouija. Al principio no parecía tener mucha fuerza y las respuestas no eran concluyentes. Luego tuvimos comunicación con una chica que decía tener 13 años y llamarse Gisela, que nos indicó que había vivido en Marmellar pero tampoco aportaba más datos.
Después estableció contacto una entidad que mostraba tener bastante fuerza pero no quería colaborar con nosotros. Nos dijo que su nombre era J y que nos conocía de alguna otra ocasión. Por nuestra seguridad y la del resto de personas que nos acompañaban esa noche decidimos finalizar la sesión.

Seguidamente probamos con la spririt box, pero no obtuvimos ningun resultado.


Posible casa del párroco


ARMONICO VIBRACIONAL

      Posteriormente decidimos trasladarnos al cementerio y realizamos algunas grabaciones
Nuestro compañero pidió a las entidades del lugar que se manifestasen, que hiciesen algun ruido o alguna cosa para saber que estabamos alli y obtuvimos una respuesta que dice "Sálvate"


      Después, uno de nosotros realizó una experiencia de aislamiento, quedandose sólo en el camposanto para intentar contactar y reproducir las sensaciones que tenía en aquel lugar. El resto del grupo nos trasladamos de nuevo al campamento base para no contaminar la experimentación del compañero durante los 15 minutos que estuvo alli. Hacemos algunas fotos antes de alejarnos del lugar y dejamos varias grabadoras en el lugar para después analizar los resultados.

      Al poco de marchar nosotros, nuestro compañero empieza a experimentar un calor intenso en su lado izquierdo, concretamente en la zona de la oreja.

       Poco después, un susurro queda registrada en la grabadora, con lo que nos parece oir: Hazlo... acto seguido nuestro compañero empieza a realizar preguntas en catalán.


      Pasados unos minutos, regresamos en su busqueda para que nos comente las sensaciones que ha tenido durante su aislamiento y si ha percibido alguna cosa.



      Damos por finalizada la noche y regresamos caminando a los coches para posteriormente analizar los resultados obtenidos.
Hueso en la pared


martes, 2 de junio de 2015

Llac Petit




      Situado detrás del famoso “Hospital del Tórax”, nos hemos aventurado a visitar el polémico “Llac Petit”. 








       Hay multitud de historias acerca de este singular paraje. Aquí se han encontrado cadáveres a las orillas del lago, y se ha especulado con la posibilidad de que hace años, trabajadores del hospital lo utilizaron para esconder más cadáveres de experimentos fallidos en hospital. 



 

      Pero antes de relatar nuestras experiencias en el lago, la sucesión de hechos antes de llegar al lago ese día nos parecen curiosas y dignas de mención. 


     
      Empezó siendo un aparente día tranquilo y normal, además de una fecha señalada en nuestro calendario porque habíamos quedado para visitar el Llac Petit 




      Mientras estábamos de camino, íbamos enviándonos mensajes con las coordenadas, dónde encontrar el camino que lleva al lago, bromas varias y demás, pero cuando finalmente nos juntamos todos, nos dimos cuenta de que la cita podía haber sido anulada en el ultimo momento. Dos compañeras ponen en común que en sus respectivas casas había enfermado un familiar. Por este motivo las dos pensaron en no acudir a la cita, decisión por la que finalmente no optaron.  




 

      Un compañero, nos tubo varias horas en vilo mientras estaba de camino porque no conseguíamos contactar con él. Su móvil se apagó repentinamente y no pudo encenderlo ni cargar la batería en el coche....no funcionaba. Misteriosamente logró llegar al Hospital del Tórax, donde sorprendentemente, su móvil empezó a funcionar de nuevo y pudo comunicarse con nosotros para que fuesemos a buscarlo.





 
      Otro compañero llegó en reserva, pues el viaje le había consumido repentinamente el depósito de carburante. 




 

      Todos estos hechos son totalmente fortuitos, pero hay que señalar que son motivos para no poder llegar a la cita, por lo que especulamos que quizás no era el día más propicio para quedar. Si pensamos un poco más abiertamente abrazando creencias, llegamos a la conclusión de que quizás eran señales de que no deberíamos haber ido al Llac Petit 

 



      Antes de que llegara el último compañero que vendría más tarde, aún de día, bajamos a inspeccionar el terreno del lago. Sin duda es un lugar precioso, siempre y cuando ignoremos porque queremos experimentar aquí. Esta lleno de gente disfrutando de la tarde con sus familiares y mascotas, lo cual diluye la sensación de tristeza y pesadumbre que nos invade cuando nos acercamos a la orilla.  



      Nos asentamos en un repecho un poco apartado de la gente para probar el ambiente que se respira. A mi, me falla de nuevo el flash de la cámara, aún a plena luz del día,  cosa que indica por experiencias pasadas que no estamos solos. Algo consume el flash y no lo deja actuar. Probamos con la tabla de ouija. Rápidamente el cursor se pone en marcha, estamos seguramente rodeados de actividad, pero no logramos respuestas lógicas. Pasados un par de minutos, la guía se dirige a la palabra ADIOS y damos por finalizada la sesión. Más tarde volveremos a intentarlo.







      Volvemos al aparcamiento, y nos sentamos a charlar mientras el lago se va despejando de visitantes. Mientras hablamos, las grabadoras ya en marcha captan repetidamente voces que parece ser, que interactúan constantemente en nuestras conversaciones. 
  



 
      Al caer la noche, voy tomando algunas fotos de las inmediaciones del aparcamiento. Para mi sorpresa, estoy captando orbes en las fotos. Hay varias, pero no sólo eso, si no que cada vez hay más. 

 



       A lo largo de la noche, llega un momento en el que las orbes que salen en las fotos ya son incontables, es fantástico!. Apunte donde apunte con la cámara hay orbes por todas partes, decenas de orbes.  

 


      Cuando ya estamos todos entrada la noche, bajamos al lago. La total oscuridad acrecenta la sensación de tristeza que emana del agua. Nos asentamos cerca de un árbol caído. Hay ruidos a nuestro alrededor, pero hay mucha fauna en este lugar así que no le damos importancia. 





       Probamos con la ouija. Todo parece indicar que hay mucha actividad a nuestro alrededor, porque no conseguimos de buenas a primeras contactar con una sola persona. Nos percatamos de  que las entidades entran y salen del tablero, contestan una o dos preguntas y el cursor se dirige al ADIOS, no podemos concretar con una sola historia. No podemos obtener información, ya que no avanzamos con tantas entidades a la vez hasta que, por fín alguien se queda un ratito mas largo con nosotros. 





       Dice ser un niño de origen marroquí de 10 años. Nos cuenta que se ahogó en el lago. Era un visitante del Hospital del Tórax, y acabó ahogándose en el lago. Entonces el niño quiere dejar de respondernos. Ante estas repentinas salidas del tablero, siempre preguntamos si hay alguien que les impide hablar con nosotros. Al igual que con este niño, la respuesta suele ser afirmativa. No volvemos a contactar con alguien que nos conteste, por lo que decidimos volver al aparcamiento, a probar suerte. 



      Se intensifica el frío nocturno según van pasando las horas. Nos resguardamos del fino y frío aire que recorre toda la zona junto a los coches. Intentamos de nuevo un contacto con la ouija. Igual que en la orilla del lago, entes entran y salen de la tabla, hasta que conseguimos otro contacto con el que parece ser que podemos hablar. 






       Esta vez, el cursor toma una fuerza inusual. Corre por el tablero como si fuera alguien extremadamente fuerte y muy muy nervioso. Dice ser una chica alemana que ha sufrido un accidente aéreo. Nos miramos entre nosotros perplejos, ya que hace tan sólo unos días que hubo un accidente aéreo en los Alpes. Lógicamente pudo ser un accidente cercano, anterior. El intenso nerviosismo del cursor nos desconcierta. Dice que su nombre es Zaza. Podría ser un diminutivo, pensamos. Intentamos que se tranquilice sin éxito. De vez en cuando, el cursor sigue marcando: Z – A – Z – A – Z – A – Z – A …..Tenemos que pararlo constantemente. De pronto, tres de los compañeros nos asustamos, algo ha pasado corriendo. El primero, sentado en un taburete de playa, giró repentinamente la cabeza porque había oído un gruñido a sus espaldas, había pasado justo detrás de él. Yo estaba a su lado casi frente a él en el sueloy me aparté rápidamente al sentir que algo había trotado a mi lado. Sólo vi una sombra pasar a gran velocidad. A mi otro lado estaba una compañera que vió algo muy grande, de alto como el coche pasar a mi lado y detrás del compañero. Al estar las dos sentadas en el suelo, nos pareció notar el trote de un animal que pasó junto a nosotros, realmente pudimos sentir como el suelo temblaba debajo nuestro. Salió de la nada, y a la nada volvió. Un extraño y enorme ser que no vemos ni oímos venir ni marcharse. Rápidamente continuamos con la tabla. Esa chica sigue ahí. Le preguntamos si ha sido ella, dice que si, que ha pasado corriendo. Le pedimos calma, siempre sin éxito. Las respuestas empiezan a ser repetitivas. Le preguntamos nuevamente como se llama y el cursor empieza a moverse muy rapidamente de la Z a la O....... Z - O - Z - O - Z - O - Z - O - Z - O - Z - O  En ese preciso instánte, una compañera decide cerrar la sesión. Casualmente recuerda ese nombre y sabe que la entidad con la que estamos hablando no es buena. Según los indicios de las respuestas obtenidas, la forma de mover el cursor, la espeluznante demostración de fuerza y demás, estábamos hablando con ”ZOZO”. Según la información encontrada, ZOZO es un demonio que sólo se comunica a través de la ouija. Los demonios son muy peligrosos, pero este en especial, se lleva el mayor mérito a traer problemas serios.  

      Nos quedamos un rato más deliberando, pero llegamos a la conclusión de que ha sido suficiente por esa noche. Recogemos y nos vamos con un montón de fotos y grabaciones.  


miércoles, 25 de marzo de 2015

LA CASA LILA

Hoy visitamos la enigmática “Casa Lila” situada en la poblacion catalana de Arenys.




                                                                                (Vista de la fachada)

La leyenda de este lugar, cuenta que el cabeza de familia que aquí residía mató a su mujer, sus tres hijos y al perro.

Posteriormente, este hombre al darse cuenta de lo que había hecho, se suicidó.
La casa lila recibe este nombre por el color peculiar que tienen sus paredes en el interior.


(Extrañas luces quedan captadas en numerosas ocasiones por nuestras camaras)


Hoy queremos  confirmar los hechos con los propios protagonistas. Debemos hacer que se manifiesten.

                                               (Plantas superiores con grandes agujeros en el suelo)


Luces anomalas cruzan por delante nuestro. Dos de nuestras compañeras se encuentran ya en la casa a media tarde. Han inspeccionado el lugar, y aún con la claridad del sol han registrado varias luminiscencias en las fotografías tomadas.

 (Dos estelas luminosas cruzan la parte superior) 



En la siguiente fotografia observamos en la parte inferior derecha el rostro de alguien observandonos. ¿Paleidolia? Cierto que en esa casa pasan cosas muy extrañas...



              Baño donde supuestamente se llevo a cabo el asesinado de los dos hijos pequeños


Las luces a nuestro alrededor siguen acompañandonos durante toda la experimentacion, dos fotografias tomadas en pequeños intervalos de tiempo






Llega la noche y nos juntamos para experimentar las diversas sensaciones que la casa nos ofrece. Ruidos en otras estancias, voces conversando, pasos, algún que otro grito lejano incluso ruidos a nuestro alrededor.

(Visión parcial de una de las Terrazas)


Mientras mantenemos conversaciones personales que nada tienen que ver con la visita, las grabadoras ya en funcionamiento están registrando contestaciones.

(clicar encima del enlace visible y luego en el inmediatamente inferior, recomendamos usar auriculares)



Comprobamos que hay voces que no pertenecen a ninguno de nosotros mientras hablamos. Parece que hoy tendremos algunas respuestas.

Decidimos intentar conversar con la casa directamente, grabadoras a punto. La respuesta es inquietante:



(Antiguas estancias)

Estamos de enhorabuena!, registramos más contestaciones lógicas y muy concretas.  Están aquí y están dispuestos a contarnos lo que queremos saber.



De momento, vamos poco a poco, preguntamos:
* Tenéis miedo?
Respuesta:
* “No tenemos miedo”



Comenzamos nuestro primer  experimento con la “spirit box”. Realmente fue un exito.
 He aqui alguna de las preguntas - respuestas que hicimos esa noche:

Preguntamos:
* ¿Tenéis frío o calor?
Respuesta:
* “Frío”

Preguntamos:
* ¿Conocéis a alguien aquí?
Respuesta:
* “A nadie”

Preguntamos:
"Dinos algo"
Respuesta:
"Hola"




Preguntamos:
* "Esta casa, se llama casa..."
Respuesta:
* "lila"



Se siguen escuchando ruidos a nuestro alrededor, voces, golpes. Continuamos experimentando, mientras las subidas y bajadas repentinas de temperatura nos dan que pensar,  a diferencia de otros lugares visitados, en la Casa Lila somos bien recibidos, es decir, somos nosotros los visitados.


Cambiamos de estancia, para continuar con la experiencia de este hiperactivo lugar. Nos dirigimos a la bodega, en el sótano de la casa, donde afincamos la tabla de ouija con la esperanza de respuestas a lo ocurrido hace años.





Continuamos recogiendo psicofonias, en este caso en catalán






La parte del sotano que se conserva en excelentes condiciones. La leyenda dice que el padre mato alli al perro de un golpe


 Esta psicofonia es muy clara, una voz angustiada grita "ayudame"



Parece que el cursor de la ouija al principio no es muy claro, pero luego se animó a hablar con nosotros. En contestación a nuestras preguntas sobre el tablero, la entidad que responde moviendo el cursor, nos cuenta que es un hombre de 61 años que vive en esa casa y que mató a su mujer y a dos de sus hijos. Dice que pasaba por un estado de locura cuando cometió los crímenes, y después él mismo acabó con su propia vida. Esto nos responde claramente a si es cierta la leyenda.
Seguimos preguntando, pero las respuestas se vuelven ilógicas.





Otra entidad distinta ocupa el lugar del cursor. En este caso dice tener 19 años, pero antes de que pueda contarnos quien es, de nuevo nos encontramos con lo que parece ser otra entidad.
En esta ocasión, la entidad dice ser una persona cercana a uno de nosotros, aportando datos que la persona confirma que son reales. No puede ser quien dice que es, por lo que preferimos cerrar esta conversación, la cual catalogamos de"chulesca"



Mientras intentamos contactar con otra entidad, una compañera se empieza a sentir profundamente apenada. Tal es la pena que varias lágrimas resbalaron por su mejilla. Se está haciendo uso de su energía provocando este estado de ánimo.


En dos ocasiones preguntamos su nombre, y nos respondió, pero no estamos seguros de entender bien la respuesta, creemos que decía: “Miguel”.


Decidimos cambiar de estancia, así que subimos de nuevo. Nos encontramos en una estancia con chimenea, en la que el intenso frío nos ayuda a decidir dar por terminada la visita. En un par de fotos tomadas capto algo inusual antes de irnos. Un orbe en cada foto, nos indica que es imposible encontrar soledad en cualquiera de las habitaciones de la casa.



(Estelas de luz cruzan por la chimena, al lado, un orbe en la puerta)

Sin duda alguna, la visita a “Casa Lila” ha sido un rotundo éxito, y casi con seguridad volveremos a visitarla, ¿o a que nos visiten a nosotros?